2ª Sesión: Descubriendo la finca-escuela

Y por fin estábamos todos en la fila preparados para montar en el autobús que nos llevaría a la finca-escuela. Después de muchos días esperándolo (y preguntándolo sin parar), había llegado el día en el que visitaríamos la finca donde Bárbara y Manuel nos enseñarían todo lo que allí se esconde.

El lunes 12 de enero, ya que era el día que mejor tiempo se pronosticaba, acudimos por fin a nuestra cita con los frutales, en la mencionada finca-escuela, que se encuentra situada en el camino de Loma de Montija. El trayecto fue breve, aunque lleno de algarabía y canciones y en la finca ya nos esperaba, no menos expectante, Manuel Contreras, dispuesto a contarnos cosas interesantísimas.

 Lo primero que hicimos fue hacer un reconocimiento general de la finca, distinguiendo las partes de la misma y a qué se dedicaba cada una de estas secciones en las que se divide el terreno. A la vez que hacíamos este reconocimiento, Manuel y Bárbara aprovechaban para enseñarnos valiosas informaciones sobre una de las plagas que ataca ahora en invierno a algunos árboles, especialmente a los pinos. No es otra que la procesionaria, que se encuentra ahora sus nidos en los árboles , a la espera de mejores temperaturas para bajar del árbol y hacer su crisálida. Identificamos varios nidos y los tiramos al suelo, siempre con mucho cuidado de no acercarnos demasiado a las orugas, ya que poseen unos "pelillos" en su cuerpo que, al contacto con nuestra piel, resultan muy irritantes.

Proseguimos con el reconocimiento del terreno, distinguiendo diferentes tipos de frutales que nos sirven, a la vez, para diferenciar diferentes tipos de árboles según la caída de su hoja. De este modo tenemos :

• Árboles de hoja caduca: castaño, haya o manzano
• Árboles de hoja perenne: madroño, encina o alcornoque
• Árboles de hoja marcescente: rebollo o quejigo

 Después de esto estuvimos viendo la parte de la finca que irá destinada a nuestro huerto, en el que plantaremos las verduras y hortalizas que nos deje el calendario. Para terminar, Manuel Contreras nos proporcionó una clase magistral de poda de frutales, haciendo hincapié en que el árbol crezca a lo ancho, para que la luz del sol entre bien por el medio de su copa y las ramas no sean excesivamente largas, ya que podrían romperse con la carga de sus frutas.

Por supuesto, también le echamos un vistazo a los sistemas antiplagas-Espinosa, los cuales veremos y analizaremos más en profundidad en futuras sesiones. Sin darnos cuenta, el tiempo se nos había echado encima y el autobús ya nos esperaba. Nos hicimos una foto de familia y nos dirigimos hacia el autobús. Estamos deseando que llegue la próxima sesión en la finca.